La Falsa Seguridad

Pasamos gran parte de nuestra vida cultivando y generando seguridad para nuestra vida.

Eso no es ni bueno ni malo, simple mente es…

Bien es sabido por la mayoría

de nosotros que en Constelaciones Familiares y Sistémicas aprendemos a soltar cada día más, esos juicios de valor que lo único que hacen es alimentar la separación, terminando esta en exclusiones de todo tipo.

Cuando somos aun niños/as nuestros, padres tienen la tarea de procurarnos un apego seguro para construir nuestra autoestima y que nos sirva de base para nuestras futuras relaciones. Algunos padres logran hacer esta tarea con total éxito, otros no tanto, pero al final también sabemos que nuestros padres nos dieron lo que tenían, lo que ellos mismos también recibieron de sus padres y familiares cercanos.

En esa búsqueda de seguridad constante y a medida que crecemos, vamos aprendiendo a prodigarnos todo aquello que nos lleva a experimentarnos seguras/os, son los movimientos de la vida los que nos v

an conduciendo por caminos donde nos podemos sentir muy seguras o adentramos en sentimientos de mucho temor. Nos hace mucho bien comprender que así es la vida, que nada en ella permanece estático, que subimos y a veces bajamos, que entramos y a veces salimos… Aceptar la ley de la Impermanencia no ayuda a forja nuestra voluntad y a conectar con nuestra fortaleza primal.

¿Dónde nace entonces la falsa seguridad? ¿En qué momento comenzamos a sentirnos tristes e inseguros en ese lugar de comodidad que antes nos brindaba felicidad?

• Cuando ya siendo adultas, continuamos viendo el mundo con los ojos de nuestra niña, y seguimos esperando del mundo como espera la niña de su madre.

• Cuando no queremos renunciar a ciertas comodidades, pero queremos abarcarlo todo sin soltar algo, apegadas a todo sin espacio para lo nuevo.

• Cuando no queremos salir a mar abierto a entregarnos al viento, a la tormenta y preferimos seguir nadando en nuestro balde de agua creyendo que este es el mar.

• Cuando seguimos alimentando la creencia de que arriesgarlo todo es quedarnos sin nada y que quedarnos sin nada es haber fracasado…

Hay seres humanos que dicen quedarse siempre en el mismo lugar porque creen que no existen otros lugares seguros. ¿Cómo decir que no existen esos lugares si no los conoces? Solo aquellos que en algún momento flotan hacia lejanías desconocidas regresan transformados.

Hay quienes creen que asombrarse como niñas cuando ven el mar, una y otra ves como si nunca lo hubieran visto, los hace seres espirituales y vivir seguras en la vida. Espiritual también es aquel ser humano que se atreve a viajar por muchos mares, que se entrega al vacío cuando todo se ve perdido, cuando el control no sirve de nada y se siente perdido… espiritual es volver a encontrarse con lo que queda de uno y reconstruirse en tierra nueva.

Se escuchan personas que dicen: ¿Por qué si yo quiero cambiar y tengo la mente positiva y agradezco todos los días por estar viva y no le hago mal a nadie y ayudo a los demás… por que me pasan siempre los mismos conflictos en el trabajo y en el amor?

El Maná si cae del cielo, claro que sí, pero a todos aquellos que se mueven de lugar y van en busca de ese pedazo de cielo donde está cayendo el Maná. Hay que moverse, desplazarse, renunciar, entregarse, soltar, dejar de auto mentirnos y auto compadecernos, dejar de creer que algo podemos controlar. Hay que abrir espacio para que entre lo nuevo. Nada nuevo llega a una habitación repleta de cosas viejas.

• La falsa seguridad es fácil de detectar:

• No hay calma.

• Desasosiego constante.

• Desequilibrio en las relaciones.

• Se va perdiendo la alegría.

• Terminamos enfermando.

¿Qué es lo realmente seguro? No hay nada seguro, la vida viene y va, unos días son muy buenos, otros no tanto, pero la vida sigue siendo Vida. Y nuestra tarea es tomarla y navegar en ella con todo lo que nos trae… Siempre confiando en Algo más Grande que todo.